En los últimos años, la preocupación por los microplásticos ha aumentado considerablemente. Estos pequeños fragmentos de plástico, de menos de 5 milímetros de tamaño, se encuentran en casi todos los rincones de nuestro entorno: desde el aire que respiramos hasta los alimentos que consumimos. Dado que los microplásticos son tan pequeños y se encuentran en tantas fuentes, evitar su consumo puede parecer una tarea difícil. Sin embargo, existen varias estrategias que puedes adoptar para reducir tu exposición a estos contaminantes. Aquí te mostramos cómo evitar consumir microplásticos en tu vida diaria.
1. Reduce el Uso de Plásticos de un Solo Uso
El primer paso para reducir la presencia de microplásticos en tu vida es disminuir el uso de plásticos de un solo uso, como bolsas, botellas y envoltorios. Estos plásticos se descomponen con el tiempo, convirtiéndose en microplásticos que terminan en los océanos, ríos y, eventualmente, en nuestra cadena alimentaria.
- Sustituye las bolsas plásticas por opciones reutilizables como las de tela o de materiales biodegradables.
- Opta por botellas y envases reutilizables de vidrio o acero inoxidable en lugar de plásticos desechables.
- Evita los utensilios de plástico desechables y elige productos de materiales más ecológicos como madera, bambú o acero inoxidable.
2. Elige Alimentos Frescos y No Procesados
Muchos alimentos procesados, especialmente aquellos que vienen en envases plásticos, pueden estar contaminados con microplásticos. Además, el proceso de fabricación y envasado de algunos productos puede liberar partículas plásticas que terminan en el producto final.
- Compra alimentos frescos como frutas, verduras, carnes y pescados que no estén envasados en plástico.
- Elige productos de empaques biodegradables o reciclables. Los productos que vienen en envases de vidrio, papel o cartón son menos propensos a contener microplásticos.
- Evita el consumo excesivo de productos enlatados. Las latas, aunque no son plásticas, pueden liberar pequeñas cantidades de microplásticos durante el proceso de producción o al estar en contacto con el revestimiento de plástico dentro de las latas.
3. Filtra el Agua que Bebes
El agua potable es otra fuente importante de microplásticos. Estos pueden provenir de las fuentes de agua, los sistemas de filtrado obsoletos o el almacenamiento en botellas plásticas.
- Usa un filtro de agua para eliminar microplásticos y otras impurezas. Existen filtros especializados que son capaces de reducir la cantidad de partículas plásticas en el agua.
- Evita beber agua de botellas plásticas. Si no puedes evitarlo, asegúrate de no dejar las botellas al sol o en lugares cálidos, ya que el calor puede acelerar la liberación de microplásticos en el agua.
- Opta por agua en envases de vidrio o en botellas reutilizables hechas de acero inoxidable.
4. Evita los Cosméticos y Productos de Higiene con Microplásticos
Muchos productos de cuidado personal, como exfoliantes, cremas y geles de ducha, contienen microplásticos. Estos pequeños plásticos se utilizan en algunos productos como abrasivos para limpiar la piel, pero se lavan por el desagüe y terminan en el medio ambiente.
- Revisa las etiquetas de los productos cosméticos. Si el producto contiene ingredientes como “polietileno” o “polipropileno”, probablemente esté cargado de microplásticos.
- Elige productos cosméticos naturales que no contengan partículas plásticas. Hay una creciente oferta de productos ecológicos que no usan microplásticos.
- Opta por exfoliantes naturales como el azúcar o la sal en lugar de productos que contengan microperlas plásticas.
5. Evita la Ropa Sintética
Las fibras sintéticas, como el poliéster y el nylon, liberan microplásticos cada vez que se lavan. Estos microplásticos terminan en los sistemas de agua y, eventualmente, en los océanos.
- Elige ropa de materiales naturales como algodón, lana o lino que no liberen microplásticos durante el lavado.
- Usa bolsas de filtrado de microplásticos para lavar ropa sintética. Estas bolsas atrapan las partículas plásticas durante el ciclo de lavado.
- Lava menos frecuentemente la ropa de materiales sintéticos y usa ciclos de lavado suaves.
6. Apoya el Reciclaje y la Reducción de Residuos
El reciclaje adecuado de plásticos y otros materiales puede ayudar a reducir la cantidad de residuos plásticos en el medio ambiente y, por ende, los microplásticos. Sin embargo, también es fundamental reducir la producción y el consumo de plásticos en primer lugar.
- Participa en programas de reciclaje en tu comunidad para asegurarte de que los plásticos se gestionen correctamente.
- Reduce el uso de productos desechables y opta por artículos reutilizables siempre que sea posible.
- Involúcrate en iniciativas locales que busquen promover el uso de alternativas al plástico y apoyar políticas que aborden la contaminación plástica.
7. Mantén tu Hogar Libre de Polvo y Partículas Plásticas
El polvo en tu hogar puede contener microplásticos que provienen de diversos materiales, incluidos muebles, alfombras y cortinas de materiales sintéticos.
- Limpia regularmente con un trapo húmedo para evitar que el polvo se acumule y se disperse por el aire.
- Usa aspiradoras con filtros HEPA que son eficaces para atrapar pequeñas partículas de microplásticos.
Conclusión
Si bien es imposible eliminar completamente la exposición a los microplásticos debido a su presencia generalizada en el medio ambiente, es posible reducir significativamente el consumo y la exposición a ellos. Adoptando hábitos como evitar plásticos de un solo uso, elegir alimentos frescos, filtrar el agua y seleccionar productos de higiene sin microplásticos, podemos disminuir nuestra ingesta de estas partículas. Con el tiempo, estos cambios pueden tener un impacto positivo tanto en nuestra salud como en el medio ambiente.